jueves, 13 de junio de 2013

Una carta nunca escrita.

Hola Felipe:

Me tomé el atrevimiento de entrar a tu blog, hablar a través de tus dedos, pensar a través de tu cabeza, poner palabras en tu blog como si fueran propias y hacerte ver muchas cosas. En este momento de tu vida creo que es algo que tengo que hacer, y si no lo hago ya, tal vez después ya sea tarde y hagas cosas cosas de las que te vas a arrepentir.

Es claro, no es la primera vez en tu vida en que crees tocar el cielo con las manos y olvidas que al igual que el planeta tierra tu vida tiene gravedad para que las las cosas permanezcan en su sitio. Y así como no es la primera vez que te ha pasado y no será la última. Seguro te has dado cuenta que yo mismo me he encargado de ponerte bajo situaciones de alto riesgo que tal vez no recuerdas y puedo dar fe de que de todas esas cosas algo has aprendido. Tal vez te han hablado de esto pero no te acuerdes, yo me encargué que de un problema de nacimiento ocurriera un milagro para que al día de hoy pueda robarme tu blog para escribirte. Sí, de eso aprendiste, mucho tiempo después acompañado de una situación trágica aprendiste que la vida vale mucho, aprendiste que no hay nada más importante que la vida misma y que todo pasa, todo es un ciclo y que de todo tienes aprender.

En este momento de tu vida no puedo hacerte ver por qué está pasando todo lo que pasa porque mi misión no es esa, mi misión es enseñarte porque por muchos motivos tu crees que ya naciste con todo el conocimiento pero créeme, tu mente, tu corazón, tu vida es mucho más fuerte de muchas de las cosas que tu crees.

Tu realidad es tu propia realidad, no es la realidad de nadie, así como la realidad de otras personas no es tu propia realidad. Te he puesto ante muchas situaciones para que tu veas eso y empieces a actuar de esa manera pero no Felipe, tu, tu terquedad y tu arrogancia con tu propia vida han hecho que sigas pasando la vida actuando siempre de la misma manera.

En muchas ocasiones me has dicho tu a mi que la vida es como un salto de bungee. Que si uno se para en la baranda de un puente a pensar si se va a lanzar o no, nunca se decidirá a hacerlo y pasará toda su vida sin sentir ese vacío y esa libertad de lo que significa el salto; Que uno debe pararse en la baranda y saltar sin pensar para después sacar conclusiones si fue una buena o una mala decisión. Bueno Felipe, no te voy a decir si estás equivocado o no, porque yo también he cometido errores, yo también he intentado mostrarte algo y te he mostrado cosas diferentes de las cuales te has sentido confundido.

Solo ten presente algo y es el motivo por el cuál me robé tu blog para escribirte. Cuándo tu saliste del vientre de tu madre saliste solo, que en el mundo te encontraste con gente que te ha aportado cosas buenas, es cierto, pero cuando llegue tu hora de ir a otro mundo te irás solo. No creas que manejas la vida, no creas que eres dependiente de tus actos y de los actos que te afectan y que si por ti dependiera los pudieras cambiar. Las cosas no son así, hay una fuerza más grande que tu mismo, hay situaciones que yo no quiero que cambien y no voy a permitir que cambien porque simplemente te estoy mostrando cosas, lo único que te puedo pedir es que tengas cabeza fría para analizar lo que pasa, rescatar lo positivo de eso, aprender de lo negativo y que te sientes en tu camino a esperar a que yo vuelva a tu vida a entregarte conocimiento que podrás aplicar siempre.

Mantén la calma.

El destino.