jueves, 20 de diciembre de 2012

Mi primera vez

Era mayo de 2004, tenía 16 años y muchas dudas sobre muchas cosas. Muchos me habían hablado de su primera vez y la verdad solamente soñaba como iba a ser la mía. De cierta manera había intentado consultar con mis hermanos mayores sobre como es esa primera vez, que si estaban muy nerviosos y en medio de risas me dijeron que es más relajado de lo que uno se imagina, que no vale la pena tenerle tanto tabú y que lo iba a disfrutar.

Bueno, sentía que ya era el momento de hacerlo y tenía que planear todo para que ese día fuera bastante especial y lo recordara toda mi vida. ¿Cuál sería el lugar más cómodo para experimentar mi primera vez? En mi casa era imposible, así que pensé que la manera más fácil sería en un paseo, en un lugar sin familia donde tuviera la tranquilidad de experimentar esas cosas con mucha tranquilidad, así que decidí irme de paseo a Suesca y prepararlo.

Llegué allá y el día pasó con muchos nervios. Todos mis amigos y mi novia de ese momento se preguntaban qué pasaba, nunca me habían visto tan nervioso y solamente se reían y me decían que me calmara. ¿Cómo carajos esperaban que me calmaran?, ¿Acaso ellos nunca tuvieron su primera vez?, ¿Acaso ellos no estaban muertos del susto con ese contacto?. Sin embargo, no les puse mucha atención sino deje que pasara el tiempo esperando el momento adecuado.

Llegó la noche y decidí tomarte unos tragos e invitarla a ella y a mis amigos a que también lo hicieran para calmar la ansiedad. En medio de la distracción aproveché a comunicarme con mi hermano en Bogotá, le dije "Juan, en serio estoy muy nervioso, usted aparte de ser mi hermano es mi mejor amigo. Por favor, deme indicaciones para que sea especial, para que lo disfrute, no se imagina los nervios que tengo". A lo que Juan respondió "Fresco, tómese unos tragos y déjese llevar, lo va a disfrutar mucho."

Seguí el consejo de Juan y me dejé llevar, el trago me calmó y el momento que tanto había esperado, del que tanto me habían hablado, del que todos hacen un tabú. Mis amigos ya estaban ebrios entonces no serían consientes de lo que pasaría y empecé con ese bello ritual.

Nos quedamos solos, ella y yo y sabíamos que ya sería inevitable que esto pasaría. Primero la olí, quería sentir ese perfume, quería sentirme cómodo, quería que todo saliera perfecto, en serio era parte del ritual. Luego de olerla, al ver que estaba desnuda decidí envolverla en sábanas blancas porque el frió era inevitable  Ya, ella envuelta en sábanas empieza el contacto, recorro mis labios sobre ella, dejamos que se encendiera el fuego y ese calor, combinado a su olor y sabor nos sacó de todo, voló mi cabeza y me hizo vivir una experiencia única, esa experiencia de la que tanto me hablaron. Me arrepiento de haber escuchado a mi hermano porque estoy seguro que sin trago la hubiera disfrutado más, pero bueno, cada persona vive esas experiencias a su manera.

Luego de unos 10 minutos de experiencias sensoriales terminamos. Los dos iguales de satisfechos, los dos sorprendidos sobre lo que había pasado pero tal vez yo con un nivel de adrenalina mucho más fuerte. Puesto que después de 1 o dos horas ella seguía en mi cabeza, seguía rondando, me tenía en las nubes.

Bueno, espero que les haya gustado mi historia sobre la primera vez que probé la marihuana.


SALUDOS.


Felipe Correa

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