lunes, 8 de abril de 2013

11 y 6

Un día me dijeron que en este blog se hablaba mucho sobre Millonarios y es cierto, es el tema del que más me gusta hablar, es la pasión más grande que tengo en mi vida y por eso a veces me puedo volver mono temático. Pero esta vez no fue la ocasión, esta vez hablaré de una historia.

Tears in heaven.


16 de diciembre, final de la liga postobón y Diego creía que su vida no podía ser más feliz. Ese día había visto a su equipo campeón y la emoción era tal que celebró con su familia y le agradeció a su ancestro por haberle hablado tantas historias y anécdotas. Ese día Diego pensó que ya podía morir feliz. Se aproximaba navidad, una fecha muy importante para él por el placer de poder disfrutar de su familia completa después de 4 años, motivo que se iba a celebrar con un viaje, además que sería sus últimas vacaciones como estudiante de arquitectura y se preparaba para ser el mejor arquitecto del mundo. 

A veces uno cree que la vida es injusta y que la celebración nunca sería completa y así lo creyó Diego cuando empezó a darse cuenta que la vida le traería muchas sorpresas. La primera de ellas fue un problema familiar, sus padres pasaban por una época difícil y hasta ahora el lo notaba, disponer de tanto tiempo para la carrera había hecho que olvidará qué estaba pasando en casa. Por otro lado, uno de sus grandes amigos se había consumido en las drogas  sus padres que siempre lo habían apoyado no sabían que hacer. Por último, muchos de sus logros universitarios se habían visto opacados al darse cuenta que muchos de sus amigos ya no estarían por muchos motivos y un sueño que construyeron varios solo lo viviría uno solo.

Empezaba el 2013 con pocas expectativas, con un revuelto de sensaciones por haber cumplido un sueño y ver como muchos más se verían derrocados, muchas ilusiones se veían desarmadas y muchas lágrimas contenidas de felicidad y tristeza se quedarían guardadas por orgullo, por esa inseguridad y un estado de ánimo escondido detrás de un blog.

Un día, Diego en medio de su desesperación por la situación que vivía al abrir los ojos a la realidad decidió escapar a ella. Salió de su casa con su mochila que lo acompañaba desde que decidió ser arquitecto, su computador que lo acompañó durante toda su carrera y 3 mil pesos colombianos que guardaba en al billetera para un café en su cafetería favorita.

Pidió el americano doble con chocolate que siempre pedía y se concentró en su blog para escribir la entrada jamás antes vista. Empezó con el título "La vida cambia y no creo encontrar soluci" y en eso se le acercó una niña con los ojos más hermosos que el jamás había visto y le dijo "oye, tu eres blogger, me gusta mucho leerte". Él sorprendido de pensar que sus notas eran totalmente ignoradas la saludo y le dijo con una mirada tímida:

-Hola soy Diego- Miró los ojos y agachó la mirada.
-Ya sabía tu nombre, me gusta como escribes- Sonrió.
En esas, Diego saca un billete que guardaba desde hace más dos años que creía que era su cábala y le dijo.

-No se tu nombre, pero me gustaría invitarte a un café.
-jajajaja me llamo Catalina y claro que me tomaré un café contigo.

Durante toda la tarde hablaron de sus pasiones, de música, de sus problemas y ahí se fue construyendo lo que sería la amistad más bonita del mundo. Coordinaron próximos encuentros en el mismo café y cada uno se fue a su casa con una sonrisa en la boca. Después del 16 de diciembre, por fin Diego había tenido un gran día y sería un día que jamás podría olvidar, unos ojos que se marcaron desde la primera vez y que aún permanecen en él.

Hace 4 días me encontré a Diego y hablamos al respecto. Me aseguró que al día de hoy esos ojos eran su gran motivo para tener sonrisas, que las cosas a pesar de no mejorar totalmente estaban mejorando y que Catalina era un gran apoyo, una gran motivación para salir adelante y que cada sonrisa que podía estar tranquilo, que estaba muy bien acompañado y que a pesar de todo era muy feliz.

En medio de esa conversación, en el café sonó 11 y 6 y Diego, sin más reparo cerró su portatil, se tomó un sorbo y me dijo "Es algo que usted no podría entender Felipe, pero escuche esta canción y algo comprenderá".


Felipe Correa Vargas
@meprendorapido

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