lunes, 22 de abril de 2013

A los jugadores de Millos.

Justamente estaba escuchando una canción de los comandos que dice "A los jugadores de Millos les pido que dejen la vida" e instantaneamente pensé en el presente que viven algunos jugadores y la percepción que tienen algunos hinchas sobre quién es ídolo, por qué es ídolo, quién es un referente y por qué lo es.

Partimos del punto que ningún jugador juega por hobbie sino para todos es una profesión, entonces el tema de salarios y e ir de una empresa a otra es algo normal. ¿Será que si a usted no le ofrecen el doble salario por irse a otra empresa se va?. Un jugador puede amar mucho a un equipo por las oportunidades que le dio pero considera que tiene una familia que alimentar y que su carrera es tan corta que ante mejores oportunidades lo mejor es salir a otro espacio.

Para algunos hinchas es muy importante que un jugador se sienta compenetrado con la hinchada, que escriba tweets sobre millonarios, que hable de la hinchada en las declaraciones y que bese la camiseta cuando hace un gol. Apenas normal que así sea cuando se están dando los resultados y ese amor se manifieste en su estilo de juego. Bueno, para mi el fútbol no es tan romántico y sinceramente valoro más a los jugadores que así hagan público que son amantes de otro equipo del país saben la camiseta que están vistiendo y se hacen matar por ella, por el salario, por el compromiso y el profesionalismo que significa vestirla.

Juan Esteban Ortiz públicamente es hincha del Independiente Medellín y la verdad desde que llegó a Millonarios nunca le he visto una actitud desobligante contra el equipo. Sea quien sea el rival se pone su camiseta número 21 y entra a jugarse el partido de la vida y a dejar todo en la cancha por los colores. Y no, no es hincha, no besa la camiseta, no aplaude a oriental apenas entra al campo. Solamente se dedica a hacer su trabajo y así se ganó el respeto y la admiración de la hinchada. Mismo caso de Lewis Ochoa, también hincha público del medellín.

Caso contrario existe con Rafael Robayo, jugador que sale a las cámaras a hablar de lo majestuosa que es la hinchada, que es el equipo de su vida, que siempre ha sido hincha de Millonarios (Años antes aseguró ser hincha de Nacional) y cada vez que salta al campo besa la camiseta y alza los brazos pidiendo aliento, etc. ¿Qué esconde Rafael Robayo detrás?, ¿Por qué antes de irse a estados unidos amenazaba que si no le subían el salario se iba?, ¿Cuántas veces habló de supuestos traspasos al exterior para meterle presión a los directivos?. No, yo no voy con jugadores que tienen la cabeza puesta en dinero que en la cancha, si va a tribunear que lo demuestre en el campo. Su actitud desobligante en la cancha y fuera de ella (porque no volvió a aparecer ni en el banco de suplentes) hace que prefiera que se vaya, que su supuesto amor por Millonarios se lo lleve a otro equipo y le de paso a jugadores como Padilla, Daniel Torres o Jefferson Herrera que con muchas ganas están buscando un puesto en el equipo titular.

Incluso, yo no creo que Román Torres sea hincha de Millonarios o que sienta una conexión especial con la hinchada desde siempre (Cómo lo siente Pedro Franco por toda su carrera en Millonarios) pero es un ÍDOLO por la manera en que viste los colores, como se gana cada peso de su sueldo en cada minuto que permanece en la cancha. Y sí, se ganó el título de ídolo sin besar la camiseta o entrando a oriental con un tambor cuando no pudo jugar, se ganó el título de ídolo con fútbol y compromiso por la camiseta que viste, sin importar de qué equipo es hincha.

Esta entrada la hago pública a ustedes como reflexión sobre qué tan críticos debemos ser hinchas. Ya nos pasó con varios jugadores del pasado (Gabriel Fernandez por ejemplo) que besaban la camiseta y salían por la puerta de atrás del equipo por indisciplina y otros factores, y al parecer no hemos aprendido. Como dice la canción de los comandos, a los jugadores les pido que dejen la vida, y para dejar la vida se necesita carácter  actitud y profesionalismo dentro de la cancha, no fuera de ella. 

2 comentarios:

  1. Que buen artículo, esa es la verdad, le agregaría, que como el matrimonio cuando se acaba el amor es mejor separarse, así cuando un jugador ya no da más es mejor retirarlo y dejar que llegue uno nuevo como en el amor... Ejemplo claro el de Wason, gracias infinitas por todo lo que hizo, pero ya no va más,

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  2. Gracias por el comentario David; Y es cierto, algunos jugadores ya cumplieron su ciclo.

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