viernes, 26 de octubre de 2012

Canción de Mora

Transmilenio: unos lo critican, otros lo aman, otros simplemente no lo usan; Pero finalmente todos tenemos que ver con ese medio de transporte. Cuándo se pensó en un sistema de transporte que descongestionara la famosa "troncal de la caracas" u otras vías imposibles se hizo un estudio de mercado sobre la prioridad de los ciudadanos y el resultado es que la principal solución era la velocidad, que a mi parecer, con todos los problemas que presentan realmente la solucionan.

Universidad Jorge Tadeo Lozano, ubicada entre las calles 22 y 23 y las carreras tercera y quinta. Tiene un gran edificio de Posgrados, Biblioteca, zona de estudio, cafés, edificios de salones y centros deportivos. Tengo entendido que la Universidad tiene más de 6000 estudiantes de las facultades de ciencias economico-administrativas, ciencias jurídicas, ciencias naturales y la facultad de arte en horarios entre las 7 am y las 10 pm.

Bueno esta entrada tiene una mezcla entre estos dos aspectos que se volvieron muy cotidianos en mi vida. Actualmente me encuentro estudiando mercadeo en la Jorge Tadeo Lozano, último semestre en horario nocturno; Pero no siempre fue así, al principio estudiaba de día.

8:50 am, parcial de Estadística Descriptiva y probabilidad a las 9:00 am. Esa materia definía mucho mi futuro profesional al ser prerequisito de la columna de la carrera. En realidad tenía mucho sueño y no creí que me pudiera concentrar, solamente quería responder e irme a mi casa a dormir.

9:00 am, (Después de dormir 5 minutos sobre el pupitre), el profesor entra al salón y dice:
- Encima de su pupitre solamente puede estar su hoja de fórmulas, su esfero, su portaminas y su HOJA EXAMEN-. Carajo, ¿Cómo se me iba a olvidar comprar la hoja de examen?. Salí corriendo, baje a la papelería compré la hoja y llegué sobre la hora, al lado del profesor a responder el parcial.

Fue un parcial que duró las 2 horas exactas y salí cansado en busca de un marlboro rojo. En medio de ese cigarrillo en la incertidumbre en que su compañero de clase empieza a decir "marica, cierto que la primera era la a? Cierto que la media era 25?" Y uno ya no quiere saber nada, salió un gran amigo, Alejandro Camacho. Alejo me dice "ole, ya salió de clase? va para transmilenio?". Sin duda acepté la invitación y nos fuimos caminando a la estación de las aguas.

11:15 Estación de las aguas repleta. Empieza un nuevo trauma, lograr montarte en un B74 que me llevara lo más pronto a mi casa para ir a dormir.

"Proxima Parada: Museo del oro" Con Alejo nos vamos espichados sobre la puerta y empezamos a hablar de música, a recordar las 14 horas de fila de Iron Maiden y a evitar el tema parciales al máximo. (El transmilenio iba repleto).

"Próxima Parada: Av. Jiménez" Mas lleno todavía el transmilenio y cambiamos de tema, hablamos de nuevas tendencias de mercadeo. En realidad hablar con Alejandro de esos temas siempre era muy agradable, él lee mucho sobre eso.

"Próxima parada: Calle 19" El bus se desocupa bastante, lo que me da la posibilidad de recostarme contra la puerta trasera del transmilenio y escuchar a Alejandro hablando de sus toques.

"Próxima parada: Av. 39" Entra una llamada de mi exnovia a preguntarme sobre el parcial, la verdad me hubiera ido bien o mal no me gusta hablar de eso hasta saber la nota. Simplemente espero a que sea la nota para no ilusionarlo desilusionarme a mi mismo. Le colgué rápido, a decir verdad cuando estoy con sueño puedo ser muy antipático.

"Próxima parada calle 57" El sueño ya era muy evidente y nadie se levantaba de esas sillas rojas. Generalmente yo intento por medio de caras y movimientos acercarme a las personas que probablemente se van a bajar y así obtener una ventaja sobre las demás personas que van de pie.

Llegamos a la calle 57 y acá se encuentra el grueso de la historia. El bus llega a estación de la 57 y el bus se detiene. Mi reacción inmediata fue dejar de recostarme en las puertas porque se iban a abrir. Las puertas se abren y nadie se baja, se subieron tal vez 2 o 3 personas más.
El bus se dispone a arrancar hacia la calle 72 y hace ese movimiento de puerta que muchos reconocerían con un sonido como "ptssssssss".
En ese momento, confiando en la buena fe del conductor me dispongo a recostarme nuevamente sobre la puerta y no me percato que las puertas no estaban cerradas. Evidentemente, me sentí como cuando alguien le dice a uno desplomese hacia atrás que yo lo tengo y uno cierra los ojos y lo hace con mucha confianza.
El exceso de confianza me hizo caer de cola dentro de la estación, un golpe en el coxis y un dolor mucho más fuerte.

El dolor de la vergüenza  el dolor de la pena, el dolor de ver a Alejandro y 50 o 60 personas más que habían en el bus y 10 que habían en ese vagón de la estación. A eso le sumo la risa de las personas que saben de esa historia, y la risa que generará en usted señor lector o señora lectora.

"Próximas Paradas: Calle 72, calle 76, Héroes, Virrey" Solo risas y risas en ese transmilenio,  había saboreado lo que sienten las personas cuando se caen en las calles y me cago de la risa.


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